CHICOSINCOLOR

Estamos en cuarentena, y como no puedo comprar libros o sacarlos de la biblioteca, se me ocurrió recurrir a mis vecinos. Por suerte leen mucho y tienen una colección variada de autores y títulos. Fueron super amables y me mandaron una foto de sus estanterías. Elegí un libro de Murakami y otro de Onetti. Del libro de Onetti prefiero no hablar, pero el de Murakami me lo he terminado en cuatro días.

El libro está bien, no me ha disgustado y podría decir que he disfrutado de la lectura, pero se me queda un poco flojo. El planteamiento me encantó y la frase inicial es de 10 "Desde el mes de julio del segundo curso de carrera hasta el año siguiente, Tsukuru Tazaki vivió pensando en morir". De verdad que disfruté mucho de las primeras páginas y el conflicto me causó gran interés. Pero después.. no sé, sentí que todo era demasiado forzado.

La trama consiste en que a Tsukuro sus mejores amigos de la adolescencia, un día, así como si nada, dejaron de hablarle. Esto le causó una gran depresión y estuvo al filo de la muerte hasta que se recuperó y siguió con su vida. Pero de alguna manera no fue capaz nunca de volver a hacer amigos o comprometerse emocionalmente con nadie, por miedo a ser abandonado de nuevo. Entonces aparece Sara, dieciséis años después de todo eso y le dice que "nota en él una herida muy profunda". Así que Sara obliga a nuestro prota a enfrentarse a su pasado, buscando a sus antiguos mejores amigos. Este, para mi, es un ejemplo de forzar la narrativa. Cómo puede ser que el personaje principal sea así de pasivo y una chica con la que acaba de quedar le empuje hacia la aventura de esa manera.

Por otro lado, algo que me gusto mucho, al principio, fueron todas las metáforas con el color, sus amigos tienen apellidos que significan colores excepto él. Eso me gusta, sin embargo lo usa demasiado, de echo es la idea principal de la novela. Tsukuro es un chico que cree que no tiene nada, que no tiene color. Pero ya está, en el fondo, es un quejica que acepta sin más que es una vasija vacía y punto. Son los demás quien tienen que animarlo para que se de cuenta (con 37 años) que si tiene personalidad. Y eso me da mucha rabia, porque el protagonista parece un adolescente, no un adulto.

Y después, no entiendo por qué Murakami tiene que elegir la subtrama de la violación y la muerte de una de las amigas, si el objetivo de la novela es que el personaje se dé cuenta, simplemente, de que sí tiene personalidad. Siento que podría haber creado alguna situación menos morbosa y sórdida. Sobretodo porque a el chico no le causa casi ningún conflicto interno que le hayan culpado de la violación.

Otro gran interrogante es el personaje de Haida. Aparece y al capitulo siguiente desaparece. Pero lo hace de una forma super extraña. Y entonces crea un misterio que nunca llega a resolver, ni ayuda a la trama lo más mínimo.

Para no quejarme más, y porque el libro es aceptable, quiero destacar que Murakami genera muy buenos ambientes y algunas descripciones me han parecido realmente poéticas. En especial cuando habla sobre la muerte o narra sueños. Por el contrario me parece que el dialogo no es su fuerte, sobretodo los diálogos con Sara, que eran muy inverosímiles, demasiado telenovelescos.

Dije que no me iba a quejar pero no lo he podido evitar. Supongo que tenía muchas expectativas en este escritor. Es el primer libro que leo suyo. Pero entiendo que la traducción y el peso de la narrativa europea y americana a la que estoy acostumbrada pueden ayudar a que no sintonice con este autor.

Aún así cuando pueda intentaré leer algo suyo.

Besitos xoxoxo.

Varelia.